En un caso que ha sacudido al mundo del tenis, Tim Cook, CEO de Apple y destacado defensor de los derechos LGBT, supuestamente ofreció al 22 veces campeón de Grand Slam, Rafael Nadal, un contrato de 199 millones de dólares con una cláusula controvertida: Nadal tendría que aparecer en un anuncio pro-LGBT en cada torneo que disputara. La leyenda del tenis español, conocido por su humildad y su feroz espíritu competitivo, respondió con una respuesta única y enigmática que desató la especulación entre aficionados, jugadores y analistas. La respuesta de Nadal, descrita como una “audacia inesperada”, desató acalorados debates sobre valores personales, influencia corporativa y la intersección entre deporte y activismo.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, Tim Cook contactó personalmente al equipo de Nadal con una propuesta única. El acuerdo de 199 millones de dólares, uno de los mayores acuerdos de patrocinio en la historia del deporte, buscaba aprovechar la influencia global de Nadal para promover el compromiso de Apple con la inclusión. ¿La condición? Nadal tendría que aparecer de forma destacada en anuncios pro-LGBT emitidos en todos los eventos de la ATP en los que compite, desde Grand Slams hasta torneos menores. La campaña incluiría vallas publicitarias, promociones en redes sociales e incluso presencia en la cancha, garantizando así la máxima visibilidad.
Cook, quien ha sido un firme defensor de los derechos LGBT desde que se declaró homosexual en 2014, supuestamente vio a Nadal como el embajador ideal para la iniciativa. Con su reputación de “buena persona” y modelo a seguir, la participación de Nadal podría difundir el mensaje a millones de fans en todo el mundo. El acuerdo incluye beneficios adicionales, como acceso exclusivo a la tecnología de entrenamiento de vanguardia de Apple y un posible papel en futuros lanzamientos de productos.
Nadal, quien se retiró del tenis profesional en noviembre de 2024 tras una distinguida carrera de 23 años, supuestamente aceptó la oferta con su habitual cortesía. Sin embargo, su respuesta estuvo muy por debajo de lo que Cook y su equipo esperaban. Según informes, Nadal pronunció una sola frase: “Mi legado está en la cancha, no en sus anuncios”. Esta breve respuesta, pronunciada con serena convicción, dejó atónitos a los representantes de Cook y desató una ola de reacciones en la comunidad tenística.
Aunque Nadal no ha explicado públicamente su decisión, fuentes internas sugieren que su respuesta refleja su deseo de separar su vida personal y profesional de las preocupaciones corporativas. Conocido por su compromiso con su familia, la filantropía y el tenis, Nadal rara vez ha participado en campañas polémicas o polarizadoras, prefiriendo dejar que su raqueta hable por sí sola. Su negativa a aceptar el acuerdo, a pesar de su considerable atractivo financiero, ha sido interpretada por algunos como una postura a favor de la autonomía personal, y por otros como una oportunidad perdida para defender una causa vital.
La noticia del rechazo de Nadal se extendió rápidamente, provocando debates en redes sociales como X y en foros de tenis. La afición estaba dividida. Algunos elogiaron a Nadal por mantenerse firme en sus principios, e incluso un usuario de X escribió: «Rafael siempre ha defendido la autenticidad; ¡respeto por negarse a ser una imagen corporativa!». Otros criticaron la decisión, argumentando que Nadal, con sus 560 millones de dólares en ganancias profesionales, podría haber usado su plataforma para apoyar a una comunidad marginada. «Tiene el dinero, ¿por qué no defender la igualdad?», se preguntó otro aficionado.
Otros jugadores también opinaron. Coco Gauff, una firme defensora de la justicia social, expresó su decepción: «Respeto a Rafa, pero esta era una oportunidad para marcar la diferencia». Mientras tanto, el eterno rival de Nadal, Novak Djokovic, apoyó su decisión: «Rafa siempre ha hecho las cosas a su manera; nadie debería obligarlo a hacer nada». El ATP Tour emitió un comunicado neutral, enfatizando el derecho de los jugadores a elegir a sus patrocinadores.
Esta controversia pone de relieve la creciente tensión entre el deporte y el activismo corporativo. A medida que se insta cada vez más a los atletas a posicionarse en cuestiones sociales, la negativa de Nadal plantea interrogantes sobre la influencia de las creencias personales en las decisiones profesionales. La ganancia reportada de 94 millones de dólares por la venta de una participación en su Academia Rafa Nadal en 2025 demuestra que está acostumbrado a acuerdos lucrativos, pero su rechazo a la oferta de Cook sugiere una línea que no está dispuesto a cruzar.
Los críticos del acuerdo afirman que vincular una suma tan elevada a una causa social específica corre el riesgo de trivializar el activismo, mientras que sus partidarios afirman que es un paso necesario para promover la inclusión en el deporte. El incidente también recuerda una reciente controversia en torno a la herramienta de inteligencia artificial de Apple, que afirmó falsamente que Nadal había salido del armario, lo que pone en duda la credibilidad de la compañía a la hora de gestionar temas delicados.
Tras retirarse del tenis competitivo, Nadal se centra en su academia y sus proyectos filantrópicos. La leyenda del tenis ha expresado su deseo de ser recordado como un “buen hombre de un pequeño pueblo de Mallorca”, priorizando sus valores sobre el lucro. Queda por ver si este incidente afectará su relación con patrocinadores como Nike o su imagen pública.
Por ahora, la simple reprimenda de Nadal ha consolidado su reputación como un hombre que juega con sus propias reglas. Mientras el mundo del tenis continúa analizando su respuesta, una cosa es segura: el legado de Rafael Nadal, forjado en la tierra batida de Roland Garros y más allá, permanece intocable.